Un
agente inteligente, debe maximizar sus medidas de rendimiento lo más
posible, esto siempre y cuándo el agente pueda elegir objetivos y a
su vez, satisfacerlo.
Un
sencillo agente que resuelve problemas, primeramente formúla un objetivo y un
problema, realiza una secuencia de acciones que deberían de resolver dicho
problema, ejecutándo entonces las acciones, una por vez. Siempre y cuándo
termine un objetivo, se completa un ciclo y posteriormente formúla otro
objetivo. Suponiendo entonces que la solución encontrada estará trabajando
bién.
FORMULAR
LOS PROBLEMAS
El
proceso de eliminar detalles de un represantación se lo define cómo: abstracción,
por ejemplo: Una acción de conducir tiene muchísimos efectos. Además del cambio
de lugar de conductor, vehículo y sus ocupantes, pasa el tiempo, consume
hidrocarburos, genera polución, y el agente cambia.
La
resolución de problemas es fundamental para la mayoría de las aplicaciones de
Inteligencia Artificial (IA). De hecho, la capacidad de resolver problemas
suele usarse como una medida de la inteligencia tanto para el ser humano como
para la computadora. Hay principalmente dos clases de problemas. Una primera
clase puede ser resuelta usando algún tipo de procedimiento determinista cuyo
éxito esté garantizado. A este procedimiento se le llama de computación. La
resolución por computación normalmente sólo se aplica a aquellos tipos de
problemas para los que existan tales procedimientos, como en matemáticas.

Se puede
con frecuencia traducir los métodos usados para resolver estos problemas de
manera fácil, a un algoritmo que pueda ser ejecutado por una computadora. No
obstante, a pesar de que pocos problemas reales se prestan a soluciones
computables, deben ser situados en la segunda categoría, que consiste en
problemas que se resuelven con la búsqueda de una solución. Este es el método
de resolución de problemas del que se preocupa la IA